domingo, 21 de junio de 2009

Por el interés te quiero Andrés

Les voy hacer una pregunta que quizás muchos de ustedes y, me atrevería a decir, que más de la mitad la han realizado alguna vez: ¿Cuánta gente a lo largo de vuestros años ha pasado por vuestras vidas? Muchas seguro, y cuando me refiero a "pasar" no digo al médico de guardia que coincidió cuando te abres la cabeza por hacer el "cafre". No, me refiero a personas y conocimiento de causa sobre ellas de verdad, de haber tratado con esas personas. Seguimos sabiendo que bastantes.

Parece que no hemos solucionado nuestro problema. Y si me atrevo a preguntar que de todas esas personas que han pasado sin pena ni gloria por sus agitadas vidas, cuántas realmente valieron la pena. No contesten, según qué enfoque le demos valoraremos bien o mal ese paso de esas personas, la gran mayoría olvidadas. ¿Por qué valdrían la pena si no se quedaron en nuestras vidas? Suena egoísta, lo sé, pero muy en el fondo todos pensamos así. Por "h" o por "b" desaparecieron de nuestro entorno, ¿sería así ya que tanto no valdrían la pena? Y en cambio otros podrían o podríamos pensar que aunque ya no estén en nuestras vidas para bien o para mal valieron la pena aportando un trocito más a ese "recuerdo" de nuestra historia.

Bien, pues hay días en los que uno se queda pensando si las personas que ahora se encuentran en la vida puedan "pasar a mejor vida" y desaparezcan en un futuro a corto o largo plazo. Sólo espero que no, porque después de mucho tiempo estoy a gusto con mi gente y quien me conoce sabe el valor que le doy a esa expresión, "mi gente".

Siempre intento delimitar los aspectos de la amistad, no me gusta llamar a un "cualquiera" AMIGO, creo que un amigo vale demasiado como para colgarle dicha insignia a ese "cualquiera" venido de no sé de donde y que irá a algún lugar perdido.

Me vengo a referir al acontecimiento que se suele dar con ciertas personas, "le das la mano y te cogen el brazo". Que bien digo yo, podría bajarme los pantalones y que me hicieran un... en lugar de aprovecharse de mí. Sí, por todo ello viene el titulillo del escrito, "Por el interés te quiero Andrés". Mi nombre no es Andrés, ese es mi querido progenitor. Y para que vayan entrando en sintonía podrían acercar la oreja (como que oído creo que no tendrán) y escuchen una canción de "Los Nikis", que no seré yo quien ponga un video de ellos ni la letra de la canción que ya demasiadas facilidades les dí y consejillos.

Por ello les vuelvo hacer la pregunta con la que empezamos pero introduciendo algún que otro cambio. ¿Cuántas personas en la actualidad o que hace bien poco han pasado por sus vidas se han convertido en lo que yo llamo AMIGOS DEL CLUB POR EL INTERÉS TE QUIERO ANDRÉS? Y ahora valoren, me da que seguro no las valorarán muy bien. La definición de cierto personajillo es: Persona la cual consideras amigo/a en un principio, con el tiempo no tanto a no ser que no tengas dos dedos de frente, y que él/ella desde un principio hasta el final siempre será tu amigo, es más, sus frases cada vez que te vea serán "justo esta semana te iba a llamar", "me he acordado de ti", "quería tal o cual", etc. Sobre todo el quería… Porque resulta bien cierto que ellos no tienen ni puta idea de nada y siempre te llamarán cuando tengan un problema, pero eso sí el PEDIR nunca se les ha olvidado y la confianza tampoco. Pueden pasar semanas, meses e incluso años que te llaman como si hubieran hablado contigo ayer y ya sabes en que va a acabar la conversación, si, en un: …"¿me podrías hacer el favor de…?", "¿me dejarías…?", "mira lo que me ha pasado, ¿tú te puedes creer y tú que harías?...”

Yo les voy a dar un consejo que adelanté un poco mas arriba, cuando crean que alguien a quien les va a tender la mano y les cogerá el brazo, déjelo caer. Total, este mundo anda desequilibrado y a la gente así al final les irá bien en la vida. Al menos les quedará el consuelo y la satisfacción de que no perdieron el tiempo ayudando a una pérdida de tiempo en sus más que valoradas vidas.

Como diría un buen amigo..."Disculpen mi burda escritura".

Jesús Rubido

PD: Hay días para quedarse a mirar... hay días en que hay poco para ver... hay días sospechosamente light.

jueves, 18 de junio de 2009

Desayuno con diamantes

¿Sabes lo que te pasa?. No tienes valor. ¡Tienes miedo! Miedo de enfrentarte contigo misma y decir: "Está bien, la vida es una realidad. Las personas se pertenecen las unas a las otras porque es la única forma de conseguir la verdadera felicidad." Tú te consideras un espíritu libre, un ser salvaje y te asusta la idea de que alguien pueda meterte en una jaula.¡Bueno nena! Ya estás en una jaula. Tú misma la has construido y en ella seguirás vayas a donde vayas porque no importa a donde huyas, siempre acabarás tropezando contigo misma.

miércoles, 3 de junio de 2009

¿Qué es esto?

Esa es la pregunta que cualquier niño de cuatro o cinco años hace a su padre cuando ve algo que no conoce o le resulta extraño. Pues bien, ahora me lo pregunto yo. No sé si será porque tengo la misma edad mental que un chaval de a penas un metro...

¡¿Qué es esto?! Sí, no contento con autoinsultarme, lo vuelvo a repetir para que no haya dudas.

Sólo cuatro años, eso es lo que ha pasado desde que te conocí y ahora dudas de mí. Casi un lustro de amistad nos une, con momentos muy buenos e inolvidables y, otros, peores o lamentables. Casi un lustro ya demostrandote mi amistad. Y lo único que vuelvo a recibir son dudas y desconfianza. Para colmo, echándome la culpa de tu inquietud. Incomprensible. Siempre has recelado de mí y, finalmente, has tenido que tragar palabra tras palabra... Pero no quiero echar nada en cara, ni recordar otros años en los que probablemente lo hayamos pasado mejor. Quiero mirar el presente y poder disfrutar con mi amigo. Cosa que no he podido hacer este año todavía...

Sé que lo has pasado mal por muchas cosas pero no es el momento de ser victimista y pensar "lo mío es peor" o "yo estaba en peor situación que tú". Así no se superan los baches que tenemos en nuestra vida. No siempre cualquier tiempo pasado fue mejor.

Tristemente lo vivido ahora es nada. Hoy, más que nunca, miremos al presente antes que al futuro.

Disculpen mi burda escritura, Javi Ramírez.