viernes, 30 de abril de 2010

Calla...

Sólo quiero estar contigo
no preguntes por qué.
Sólo quiero pasarlo a tú lado,
ni se te ocurra cuestionar algo.

Quiero estar contigo, muy a mi pesar.

viernes, 23 de abril de 2010

Se pintaba los labios con su carmín, como si de un peculiar "tic" se tratase. Morena de ojos grandes, así era Lili. Podría tener a cualquier hombre pero se enamoró de Carlos.

- Te quiero - le dijo un día a él.

- Tú no me quieres. Me deseas hasta odiarme. Odiarme tanto, con todos tus sentidos, hasta poder matar mi alma.

jueves, 22 de abril de 2010

Imagínate ahora que tu y yo
muy tarde ya en la noche
hablemos hombre a hombre, finalmente.
Imagínatelo
en una de esas noches memorables
de rara comunión, con la botella
medio vacía, los ceniceros sucios,
y después de agotado el tema de la vida.
Que te voy a enseñar un corazón,
un corazón infiel,
desnudo de cintura para abajo,
hipócrita lector- mon semblable- mon frêre!
Porque no es la impaciencia del buscador de orgasmo
quien me tira del cuerpo hacia otros cuerpos
a ser posible jóvenes:
yo persigo también el dulce amor,
el tierno amor para dormir al lado
y que alegre mi cama al despertarse,
cercano como un pájaro.

Jaime Gil de Biedma

domingo, 18 de abril de 2010

Fragilidad

Mi catarsis psíquica te define como el ente sideral más bello que mi flamante ego ha podido conocer -y, seguramente, conocerá-. Pena me da que esté sentenciado a lo ineludible...

martes, 13 de abril de 2010

Cobardía

Ni tú ni yo somos capaces de pronunciar una palabra más que el otro.
Ni tú ni yo dejamos de evitar lo inevitable.

Somos unos cobardes...

lunes, 12 de abril de 2010

Haciéndolo o dejándolo de hacer seguirás sintiendo el mismo sentimiento de vacío por dentro. ¿Qué hacer?

domingo, 4 de abril de 2010

Otra noche y todo acabará

¿Por qué soy incapaz de hacer lo que siempe he podido hacer? ¿Por qué no quiero volver a algo tan fútil como inocuo que se me daba tan bien? ¿Dónde he dejado ese manual? ¿Dónde lo tiré? ¿En qué momento me deshice de ello? ¿Cuál es el paso? ¿Por qué el destino es tan insignificante pero a la vez tan trascendental?

Disculpen mi burda escritura,
Javi Ramírez

sábado, 3 de abril de 2010

Un hombre que a la postre demostró estar por encima de todos los sabios dijo un día que "la vida no es significado, la vida es deseo". Hay veces que el deseo es tan banal que sólo pasa por satisfacer ciertas necesidades que se quedan en eso. Banales.
Otras, la banalidad pasa a un segundo e, incluso, tercer nivel. Siendo generoso.
Sideral e íntimo. Virtudes desconocidas hasta el instante en que el conocimiento y ansia del mismo dan lugar al afán de percibir sensaciones ignoradas en todo momento.

Algo que está por encima de todo estigma carnal posible. Probablemente, cuando sientes ese pesar de carencia y melancolía sabes que llega a su plenitud. Inexplicable.

Lo sé.

Disculpen mi burda escritura,
Javi Ramírez