jueves, 13 de agosto de 2009

Qué les den...

¿Por qué tengo que tolerar un insulto hacia un amigo por su color de piel? ¿Acaso sólo pasaba eso en ciudades grandes como Madrid o Barcelona? No, la verdad es que gilipollas hay en todos lados y, hoy en día, lo que abunda es incultura y conformismo social.

¿La educación dónde la dejaron? ¿Qué fue de la transigencia? Si me diese por paliar su xenofobia a base de mala ostia y agresividad, les estaría dando la razón y comportandome como ellos. Ganas no me faltan.

¿Cómo puedo explicarle a mis amigos que esos son unos desgraciados y que no ha sido culpa suya? Lo peor de todo es que han llegado a pensar que han tenido algo que ver en todo el asunto. Eso es lo que más me jode.

Los únicos que tuvieron delito fueron los padres de esos xenófobos por no haber abortado a tiempo. Y, en su detrimento, por no enseñarle urbanidad y respeto hacia el igual.

Disculpen mi burda escritura, Javi Ramírez

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