miércoles, 24 de agosto de 2011

Conducta nociva

Cuánto añoro volver a la normalidad. Esos más de dos mil kilómetros de distancia. Cuando todo era más fácil que pelearse continuamente con las cuatro paredes en las que habito ahora mismo. No puedo proyectar sombra, ni siquiera imagen en el espejo.

¿Cómo puedo escapar de esta espiral que me persigue?

3 comentarios:

Julius dijo...

Cuando la sombra se proyecte en ti ya no habrá sitio donde esconderse.

Javi dijo...

¿Y si ya estuviera proyectada?

Julius dijo...

Haz buenas migas con ellas y enséñale sólo lo justo.