Siempre fue mejor irse sin saludar, a la francesa, de un modo frío pero quizá menos nocivo.
Pero sentir el sol en mis ojos cuando éste no está presente, no tiene precio.
O el viento de poniente en mi rostro cuando está calmado.
Las estaciones me solían dar escalofríos, imaginarme gente que va y que viene. ¿Cómo serán sus vidas? ¿Más interesantes que esta pobre canción folk?
Anodinas y felices vidas a nuestros ojos. Fáciles y simples de vivir.
Quizá vivir es lo que nunca supimos hacer.
Por cierto, ya lo conseguí. Mi vida se convirtió en una mísera canción "country".
No hay comentarios:
Publicar un comentario