sábado, 3 de abril de 2010

Un hombre que a la postre demostró estar por encima de todos los sabios dijo un día que "la vida no es significado, la vida es deseo". Hay veces que el deseo es tan banal que sólo pasa por satisfacer ciertas necesidades que se quedan en eso. Banales.
Otras, la banalidad pasa a un segundo e, incluso, tercer nivel. Siendo generoso.
Sideral e íntimo. Virtudes desconocidas hasta el instante en que el conocimiento y ansia del mismo dan lugar al afán de percibir sensaciones ignoradas en todo momento.

Algo que está por encima de todo estigma carnal posible. Probablemente, cuando sientes ese pesar de carencia y melancolía sabes que llega a su plenitud. Inexplicable.

Lo sé.

Disculpen mi burda escritura,
Javi Ramírez

1 comentario:

Julius dijo...

¿Qué significa el deseo? Precisamente ese viaje hermoso, plácido, salvaje y en ocasiones doloroso que permite alcanzar la citada plenitud. Plenitud de saber desear lo más sencillo, que se sitúa más allá de lo carnal aunque parta de su ley implacable en gran parte de las ocasiones. Pero la carne muere, y el deseo duerme latente hasta ser despertado. A veces, basta una presencia cercana, humana. Yo también lo sé, no sé si de la misma forma pero permíteme que comparta el quórum absoluto de tus palabras y tus pensamientos. Me recuerdan mucho a mí. Un abrazo.